Los segundos son como una noria
que revierten
los cántaros de agua,
sobre la densidad de las mejillas.
Cuando la tormenta cesa,
cada pájaro,
reconstruye su nido,
rebuscando
los trozos más robustos,
el sol indemne
del aguacero inopinado
y súbito
en la naturaleza de las cosas.
No somos más que un parche
a quema-ropa,
el zurcido
de todos los pronombres que tuvimos
y de aquellos que nos inventaremos.
Un parche recosido,
la puntada,
que sirve de unión entre dos cuerdas,
siempre reintentando
descoserse y mantener el equilibrio.
Por eso,
deshabito mis ojos,
para comprenderme
en todas mis miradas.
Querida Pilar hoy la profundidad de tus palabras es magnífica.
Me ha parecido muy bueno!
Recibe mi abrazo⚘
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Gracias!!! De vuelta otro abrazo!!
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10.448; ¿son días? Casi 29 años…
Muy bonito y especialmente adecuado para una maravillosa, aunque calurosa, noche de verano.
Cómo siempre, en tu línea: poético.
Un beso y feliz estío.
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Gracias!! igualmente Matías!!
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Buenos días!!!
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Igualmente!!!
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Muy bueno Pilar. Saludos
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Gracias mil Pippo. Saludos!!
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Llevo rato intentando deshabitar mis ojos…para entenderme en todas mis miradas.
Genial siempre poder leer tus composiciones.
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Gracias!!!
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