Era viejo.
lento, pastoso, cansino, cansado
era torpe
sus ojos vidriosos en débil abertura
no acertaban siquiera a verte
Creo que se olvidó tu nombre
no sabía dónde hallar sus calcetines
ni calentarse su propio desayuno
Era viejo, diantres, era viejo…
¿Y tú?
Qué alejado te ves y te describes
como si fuera distinto lo que vives
de lo que él vivió por ti un día
Qué alegoría
nadie es eternamente joven.
Qué triste y precioso texto, Pilar. Sobre todo el final… Hay mucha falta de sensibilidad hacia los mayores. Un abrazo
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Tienes razón hace falta mucha sensibilidad. Otro abrazo!!
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