Pudiera cortar y pegar un emoticono
en la puerta de mis sensaciones
para decir que estoy en el borde
de un monumental precipicio,
de detenerme en aullido, grito de posesa
desesperadamente perdida entre las hojas
que bordean la arboleda hacia mi casa.
Por mucho que camine descalza
sobre el arco iris,
no puedo verme,
no puedo oirme.
ya no sé cómo tunear la conversación
para que no resulte ridícula.
no puedo verme en tus ojos
porque en tus ojos
solo hay orgullo