Víctimas

Como un mensaje de correo malicioso,

la pequeña estrella suena “Little star”,

mientras el móvil da vueltas sobre el cuco,

y giran los osos, las nubes y la luna rosa,

clamando la llamada de la vida

Como un mensaje de correo malicioso,

tu primera papilla, tu primer paso,

inundando de lleno las fotografías

de la caja que quiero quemar y no he podido.

Como un mensaje de correo malicioso,

aquel vestido de noche, aquella flor seca

que te regaló el primer chico que te pidió salir.

y con el que compartiste refresco y gominolas.

Como un mensaje de correo malicioso

tu agenda rota, la cartera empapada de barro

tu reloj, aquel pañuelo que llevabas,

agolpados en la fotografía que me enseño la policía.

No hallaron nada más, no te encontraron

no te pude dar ese beso final

ese último desgarro.

gritar en furia salvaje y derrotada

En mi mente ya no hay cabida a más,

con un solo pensamiento recurrente,

como un mensaje de correo malicioso,

si Dios no lanza un rayo sobre la inmundicia

del ser abyecto que te alejó de mi

no hay Dios sobre este mundo,

pero sí mucho diablo.

Y me desangro, sangrándome,

planeando una y mil veces como disparar a tu asesino

y reconozco hasta disfruto pensando verle,

como gusano inerte,

sobre un trozo de cemento precipitado,

el odio es un hormigón armado entre los ojos,

debo frenarme, el no hacer, omitir, callar

todos lo dicen, tomar sedantes

y acabar las noches llorando sobre el suelo,

la venganza no es buena, todo ahoga.

lo correcto, lo sutil, lo hipócritamente repetido

la limitación de mis impulsos,

condena a la impotencia permanente,

desde el primer día de tu desaparición,

hasta el último,

en la eterna condena de tu ausencia

todos los días de mi vida.