Muchas veces pienso que la realidad nos pone pistas delante de los ojos. Nuestra vida cotidiana se rellena de objetos que parecen traídos del pasado, y no me refiero a los recuerdos que podríamos haber acumulado, sino a aquellas cosas que nosotros no hemos puesto ni decidido traer al presente, pero que nos tropezamos con ellas. Fantaseo con el hecho de que algunas de las otras cosas que nos encontramos, puedan pertenecer al futuro. La realidad es, ciertamente, algo muy ajeno a lo que vemos. Quizá de ninguno de nuestros avances ha dejado de ser guiado.
Oopart
Un árbol, guiado hacia los cielos,
se revela, por instantes, a la poda,
rebrotando ramilletes en las ramas
quebradas por la sierra.
Reubicarse, como si la encrucijada,
fuera solo un reto,
para quebrar las vibraciones
de los universos incendiados.
Cada palmo de mi materia,
guarda un trozo de casa,
una pista casi indescifrable
de la conjunción de los pasados.
Mi mente busca pruebas,
anecdóticas,
del rastro de aquellos azulejos,
la escalera de mármol,
el pasillo
y el olor a naranja recién recolectada.
Sé que tienes un mensaje tras tus manos,
y yo una ventana,
hacia las montañas,
que todavía saben
dibujar tu futuro nombre.
También puede ser que los recuerdos sean parte de la memoria genética, igual coincido que a veces proyectamos visualmente el futuro en nuestra conciencia. Abrazos.
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Interesante comentario. Abrazos!!
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Te felicito por tus poemas. Un gusto descubrir tu blog.
Saludos.
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Gracias. Un fuerte abrazo!!!
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