Los muros no son inexpugnables,
toda puerta cerrada tiene
una rendija,
para respirar aire fresco
y ver paisaje.
Tú quizá no lo creas,
basta solo cambiar la frase,
para que ninguna barrera sea eterna,
siempre habrá una sonrisa
demoliendo,
las murallas del miedo.
La luz es rebelde,
inexorable,
todos los días amanece,
destronando,
el dominio de las sombras
Eres la poeta que este siglo necesita.
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Me impresiona tu comentario. Pero, muchas gracias!! Que te guste es un estímulo. Gracias
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Y sin embargo, con frecuencia,
nos sentimos encerrados sin salida,
con muros tan resistentes
que ni el más potente de los sueños
puede derribar…
Un abrazo, Pilar.
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Precioso Estrella!!
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