Vivir implica una evolución constante, cambio sobre cambio. En ocasiones sentimos el vértigo de este movimiento y nos aferramos al pasado. Tememos. Que el tiempo por venir sea pleno depende de la capacidad de soltar, de adaptarse, de modificarse. Y de ahí misticismo del arpa y la gaita. Alegre y meláncolico. La esperanza del partir y la melancolía de lo que se deja, en definitiva el temor al paso del tiempo.
Suena el poema como el son un bardo na nosa terra ancestra/ en nuestra tierra ancestra.
ACORDE EN TRES
Suena el arpa, acorde en tres
Triada en tercera y tónica
Torque a fuerza, gran trisquel
Comienza el bardo a leer
cuenta cuentos, cuenta historias
todo está por suceder
En intervalo las notas
escalera entre peldaños
y con los toques de antaño
suena la gaita y las horas
te recuerdan al ayer
cuando saltabas las olas
salpicándote los pies
contando dunas en marzo
atrapando caracolas
Suena el arpa, acorde en tres
cuanto tiempo, cuantas rocas
cuanto temor a un traspiés
cuantas noches a deshora
para no saber volver
ni dónde vamos ahora
Qué difícil entender
que quizás por lo que lloras
es porque temes perder
lo que tú ya no valoras
todo está sin suceder
Parece una paradoja
un acertijo al revés
que la soledad ahoga
y nos lleva a no dejar
lo que se debe soltar
para no encontrase a solas
Avanza la tarde en reto,
lo que sabes ya lo ves,
y en un círculo completo
lazo y nudo de otro tiempo
entrelazado en tu piel
Suena el bardo, cuenta cuentos
triada en acorde en tres
Parece que lo he contado
Todo está por suceder
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Hermoso
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gracias
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Muchas gracias
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