No hay nada perfecto
lo políticamente correcto,
resulta peor corsé que la esperanza,
lo que se espera de ti,
lo que se espera de mí,
y de nuestra historia.
Yo soy un ser defectuoso,
navegando en los mares del reproche
y también un ser desesperado
por el sabor imponente de tus labios
y la paz que me dan tus abrazos
las buenas noches en el whatsapp
y aquel emoticón
que hicimos nuestro código secreto.
Pemíteme que te ame
imperfectamente.
Todavía queda tiempo
para escribir nuestra nueva historia.