Pudiera contarte,
que la noche gime en rojo
por mucho alcohol que se restriegue por sus calles,
los míseros alientos en un portal oscuro
sobre el desconchón de la pared,
la humedad carcomiendo los ojos
y… la esperanza.
Pudiera contarte.
que hay ideas que quiebran en dos a los hombres,
que en las aceras del hambre no hay consuelo,
y la ayuda de paquetes de leche en polvo es dinamita
sobre los diamantes del desierto.
Pudiera contarte,
que tu vida de escaparates y youtube,
es una ilusión nada certera,
de la incertidumbre que espera,
a un planeta perdido de la luz
poseído y poseso entre las sombras.
Pudiera contarte,
miles de cosas que sabes y no escuchas,
otras que escuchas como pesadillas,
alejadas, ajenas y de otros.
Pudiera contarte,
pero no lo hago,
prefiero contarte
la claridad del alma,
la luz sobre el portal,
la paz sobre el desierto,
planeta en órbita,
todas las fórmulas
que truecan las cajas de los truenos,
para la reversión de los destinos.
Esa llamada infinita a la palabra
para revertirla tu mirada
manos de tiza sobre el panel del mundo
virando rumbo
hacia el oceáno de los días.