Hay veces que el amor no es que falte, es que es precario, insuficiente, por mucho que esté presente. Son esas relaciones que persisten, por rutina, pero nos van ahogando cada vez más.
ABANDONÁNDOSE
Añoro aquella risa que dibujó la tarde,
esa suerte de ángel vendida en todo a cien,
aquellas ilusiones expuestas a las mías,
el fuego de tu ropa, el sentir de la piel
Era todo tan fácil, pudiera ser mañana,
o tal vez en enero, cuando viniera bien,
nada tenía límites, y todo era posible
imaginado, intenso, derecho y del revés…
Pero la vida cobra peaje en desventura,
ya nada es lo que apura,
tu ausencia en la presencia,
se cobra mi derrota,
y aunque surja la duda
Ya nada es como ayer..
Me siento encarcelada, atada, algo apagada
me siento y no lo sé…