Los versos se conjugan
en rojo gravitacional,
cuando los planos
se abren,
finitos
sobre el lenguaje de la métrica.
Bajo el dominio
de la ley del bardo,
extrema poesía de tus brazos,
tú y yo nos amamos,
como dos fotones
desplazados,
y es todavía más sonora
nuestra transferencia,
una fuente de manzanas,
en la curvatura de nuestras áreas.