(In memoriam del poeta José Angel Valente)
Hoy es un día de aquellos
que tus palabras son martillo de mis dedos,
recuerdas,
“ me he despertado como siempre, con un cuchillo clavado
y nadie ha consumado mi homicidio”,
los vientres ya no yacen junto al mar,
y en una caja fuerte se guarda la promesa
de una auténtica vida.
Voy mirando las calles
buscando tu lugar,
ahora,soy yo, la que doy vueltas
a ese cuchillo enfermo, engatillado
imaginario, traslucido, indeterminable
quizás siempre ausente
y tan presente
en las llagas que cubren nuestras bocas
Y seguimos aquí,
con los cuchillos suicidas
inmolando nuestro siglo
y las cicatrices de nuestras caras
en las humedades de las cámaras.
Todo es susceptible de empeorar,
el fulgor posmoderno fagocita los óvulos
de las generaciones de poetas