Alborotado mar, en remolino eterno,

sobre la tempestad, del trono del averno

meciéndose en las olas del invierno

 

Tu fuiste trovador de campanas al vuelo,

de un pirata temido, entre llama y  bravura,

hermosa semejanza, pero tremenda duda,

la que ha de voltear en todo desconsuelo.

elegidas las armas reptiles en los duelos,

desbaratando en rojo todo suelo.

 

No era deseable terrible pasajero,

en conquistas y Estados, imposición y fuego,

en los mares del sur, también mares sin dueño

bajo bandera negra,

de su horizonte eterno

 

Navega velero mio, sin temor

Navega,

Quizá mañana haya paz

Quizá mañana no llueva

 

 

 

 

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6 comentarios en “Aquestos mares

  1. Las fuertes olas lo zarandean,
    el agua lo inunda una y otra vez,
    la fuerza del viento lo zarandea,
    parece que se hunde,
    pero no,
    se hace amigo del viento,
    se alía con las olas
    y espera serenamente
    que vuelva la calma al mar.

    Muy bello, Pilar. Un beso.

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