En la naturaleza de los pensamientos

siempre hay una raíz agreste

demandando,

su ancestral imperio,

acantilando las horas.

 

La última vez que sus retallos

impresionaban de verde

apostando la tierra,

era otoño, recuerdo,

las hojas de los árboles ya amarilleaban,

y es curioso, ahora

que los rayos del sol de primavera

alegran aquel viejo castaño,

reivento una hoja, una de aquellas

como posavasos de mis sentidos.

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